En una entrevista en profundidad realizada por la Revista Soberanía Alimentaria, Biodiversidad y Culturas, en abril de 2024, mientras se estaba celebrando el I Congreso Internacional de Educación Rural, el maestro de vocación, ya jubilado, Isidro García Sigüenza, sigue en el empeño de educar en la tierra.

En un momento se dice ahí: ‘Con entusiasmo y en plural, porque incluye a su aliada, la burra Molinera, nos cuenta de la iniciativa a la que estos últimos años están dedicando más energía: dar a conocer la Ruta Romántica como potencial turístico para la zona, «porque los viajeros románticos eran precisamente extranjeros en su mayoría que vinieron en el siglo XIX y descubrieron todo esto», pero también «para engatusar al profesorado y que me dejen sacar a los niños de los edificios y llevárnoslos a caminar. Es como un secuestro de los niños aunque, como les digo a ellos, vamos a volver sabiendo que ustedes saben más que yo y que ustedes me han dado la lección a mí». «Para mí, ser buen maestro consiste en aprender con el otro …».

‘Isidro constata que hay muchas corrientes pedagógicas con propuestas disruptoras, pero a su entender todas trabajan bajo el edificio de las escuelas, salvo algunos días que salen al campo, a un huerto, de excursión…, pero nadie tiene el valor de un planteamiento más radical. «Nadie dice basta. Nadie dice que hay que cerrar las escuelas como edificios. Es comprensible que los profesionales jóvenes no defiendan este planteamiento porque tienen miedo a perder su trabajo. Pero, con la realidad que viven los niños hoy día, siempre rodeados de tecnología, creo que la Pedagogía Andariega, educar fuera de las escuelas, es más necesaria que nunca’.

Enlace: https://www.soberaniaalimentaria.info/numeros-publicados/87-numero-50/1140-pedagogia-andariega

 

Isidro en el taller de cerámica de María Guillén.